JUEVES, 6 de MARZO del 2003. -OPHILIA-

Posted by Carlos Rojano | Posted in | Posted on 19:45




11:45 am
Es curioso el sueño de hoy, sobre una avenida ancha como lo es al México – Tacuba se encuentra un zaguán y un pasillo en donde casi no penetra la luz. Es muy largo, que el fondo es imposible ver. Entre sueños estoy despertando, y en esas lagunas recordando y organizando mi cabeza, pues anoche comencé a escribir una sonata para el piano en sistema octatónico. Es curioso, tanta disonancia que estoy escuchando se vuelven consonancias ahora, obviamente, después de acostumbrarte a la música tonal como Mozart, Beethoven,… se siente desajustada y al momento de las cadencias como si sonaran un poco más altas. Pero bueno, en éstas lagunas en donde regresaba al sueño y despertaba lo que he contado sobre la sonata, en aquel pasillo me encontraba a Mauricio Jiménez, a su maestro David Arontes y otras dos personas que no recuerdo, o más bien, no se quienes eran. Yo me encontraba en la parte interior del zaguán y ellos en la parte que daba a la calle. Pero era raro ver que Mauricio se veía más alto que yo, puesto que para entrar por el zaguán había un escalón y él se hallaba del lado de la calle. Yo me debía ver más alto.

David Arontes platicaba con las otras dos personas pero no podía escuchar lo que decían, mientras tanto y al mismo tiempo yo le preguntaba a Mauricio algo relacionado a lo que yo la noche anterior había escrito para el piano. ¡Mauricio! –dije- ¿Cuál es el punto medio ó la mitad de una octava?. Se quedó pensando tanto que a mí me dio tiempo de recordar a mi maestro Miguel Agustín decir: ¡Esos alumnos de Arontes no han aprendido música! Total, no me respondió y no recuerdo si yo le decía la respuesta o volvía a medio despertar recordando la escala octatónica 2, pues ya la primera vez que había despertado organizaba la número 1. Es curiosa la manera en que saqué el tema o motivo inicial. Todo comenzó un día que yo iba hacia la escuela (esto ya hace un par de meses atrás, un poco más exacto… unos seis meses) me dirigía al metro Normal, que es de donde salen los camiones que me dejan más cercano al Conservatorio y en donde solo tomo uno. En el camino, ya en la Combi, no iba llena pero habremos sido unas nueve personas atrás y una adelante con el chofer. Yo iba en la parte trasera y junto a mí, del lado izquierdo, un niño de unos tres años de edad y frente al niño, su madre, ella viajaba de lado. No recuerdo a la demás gente, solo al niño y a la madre. Ella con rasgos autóctonos, morena, de baja estatura y su hijo tan pequeño que no llegaba al respaldo y su madre solo lo sostenía por las piernas. Mientras, en el viaje yo volteaba a verlo pero no podía verle la cara, me causó ternura ver a un niño tan despierto y tan vivo. Conforme íbamos avanzando por el camino el niño cantaba como regularmente son los niños y jugaba y volvía a cantar, yo, aún no me daba cuenta de que era lo que decía en ese canto hasta que poco a poco era tan repetitivo el sonsonete de lo que cantaba, me di cuenta y asimilé sus palabras. Impactado, y conforme pasaba el tiempo más sugestionado y atónito comencé a crearme un terror psicológico en donde el culpable era ese niño al que no podía verle la cara y repetía una vez más el mismo sonsonete diciendo: “¡OJOS CHUPADOS!… ¡¿NO SABES?! ¡¡NO SABES!!? ¡¡¡¡NO SABES!!!!?... ¡CABEZA DE VACA!...” ...y platicaba con algo o alguien fuera del camión, a través de vidrio y le volvía a preguntar “–NO SABES -“. Comencé a imaginar muchas cosas perversas con esas simples palabras, que si las dijera una persona más grande no habría problema alguno pero la cosa cambia cuando las palabras e intención son dichas por alguien que aún no puede razonar tanto como un niño de tres años. Y es precisamente el motivo y temas de la sonata que estoy comenzando, no sé cuantos compases llevo pues el cuaderno esta en el piano y yo en mi cuarto, sentado, escribiendo estas palabras, han de ser unos 8 o 9… en donde el 3º y 4º compases son “ojos chupados” y los siguientes con un ritmo precipitado y desesperado son “¡¡¿¿NO SABES??!!”, más bien no desesperado, si no, ahogado. Bueno, volviendo al sueño, que lo estoy escribiendo porque tal vez haya alguna conexión conmigo y el mundo, y me gustaría saber más de estos sueños que para mí son fuera de lo común.

Ya que Mauricio se quedaba pensando y no me respondía me llamó por detrás una muchacha joven y guapa que yo en mi vida la he visto pero en el sueño era amiga mía. Me parece que vestía ropa azul claro, diciéndome: -Mira quién está allá afuera- pues yo volteo y veo a mi amigo Izkrah Pinto con su pareja Iñigo, pero los dos no se veían bien. Izkrah me veía entrecerrando los ojos como si tratase de enfocar mejor y en la cara se le dibujaba una barba de candado que se desvanecía y volvía a aparecer. Iñigo, sonriente pero raro, tenía una gasa en la mano izquierda y marcas de cicatrices en el resto del brazo que quedaba al descubierto, así como también Izkrah las tenía pero en la cara. – Hola Chuchicha – dijo Izkrah y lo único mientras Iñigo – Hola Carlos, como estas -, no pude entender la demás palabras que decían con mi amiga, la de azul claro. Izkrah e Iñigo se les veía la cara de que algo no andaba bien. Iñigo y mi amiga seguían hablando y aún no comprendía que decían, creo que como poniéndose de acuerdo para algo, entonces yo interrumpía preguntando a uno y a otra - ¿Qué pasó? – una a Iñigo y otra a mi amiga - ¿Qué pasó? - , ya que las marcas de la cara en Izkrah y en el brazo y mano izquierda de Iñigo eran el resultado de algo bastante malo. - ¿Qué pasó? – volvía yo a preguntar no teniendo respuesta y la única que tuve fue –hasta luego Carlos – por parte de Iñigo. Yo, un tanto preocupado, ya que se habían ido mis dos amigos y yo no sabía nada comencé a cuestionar a mi amiga - ¿Qué pasó? – con un tono más angustiado. Ella comenzó a platicar que el día anterior había sido la boda de Ophilia (ni idea de quien sea la tipa, porque la que vi ni la conozco en realidad) y que Izkrah e Iñigo habían asistido con mi amiga el día anterior. Me comenzó a contar que en la ceremonia religiosa, exactamente cuando los estaban casando… (en ese momento apareció Ophilia, era físicamente de complexión de una mujer grande pero muy delgada, cabello largo, ondulado y negro, su tez blanca pero no podía diferenciar la tez porque en el pasillo, en el que me encontraba ella se hallaba parada del lado en que no se veía la luz del fondo de ese pasillo y solo le daba el reflejo, de frente, de la luz que penetraba por el zaguán, era bastante tenue) …al novio ya le habían preguntado que si aceptaba como esposa a Ophilia y cuando llegó el momento en que le tocaba responder a ella… (yo volteé a verla con aquel cabello ondulado y negro, creo que vestía de ropa blanca, un vestido, y ella me veía con aquellos terribles ojos grandes y penetrantes con cejas negras) …y dijo - ¡Ahora si, ARRODILLENSE ANTE SU PADRE! – mientras decía esas palabras ella alzó el brazo derecho como si tuviera una copa en la mano y haciendo un brindis y a la vez, agitándolo hacia arriba, manchando el techo de un rojo sangre y dibujándose la estrella de 5 picos que usan para ritos satánicos. Como todo fue tan rápido, no alcanzó el tiempo para el desconcierto de los asistentes pues los que estaban más cerca del altar habían sido carbonizados y que Izkrah e Iñigo se encontraban lo bastante lejos como para que fueran alcanzados por llamaradas. Y también me contó que había una banca llena de niños, el niño 1, el 2, el 3, el 4, y sucesivamente y conforme avanzaba el número de niños, del 1 al … habían sido quemados de acuerdo a su número. Supuse que si el niño con el número 1 era el que casi no tenía marcas no quise ni averiguar como habría quedado de quemado el niño número “N”. También supuse que si el novio estaba junto a Ophilia debió ser el mas quemado de todos, tanto a casi haber quedado reducido a cenizas y que si quedara vivo hubiera perdido toda cordura pues ninguna mente humana se podría imaginar o concebir una idea de lo peor de todo.
1:40 pm










Comments (1)

Tu sabes muchos de ritos paganos y satanicos o vez demasiadas peliculas amigo , pero si a todo nos dan miedo los niños que cantes en los autobuses , yo suelo lazarles mi mochila a la cara ,
Bueno aqui estamos leyendote , a ver cuando te nos casas en boda satanica

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